¿Qué sabes de la tos?
La tos es un mecanismo de defensa que sirve para mantener despejadas las vías respiratorias, de tal modo que, distintos agentes pueden activar el reflejo tusígeno para conseguir este importante objetivo.
La tos puede ser provocada tanto por estímulos mecánicos, como por estímulos inflamatorios, químicos o térmicos. Así pues, cuando se inhalan partículas de polvo, el humo del tabaco, el aire muy frío o muy caliente, o una miga de pan se cuela en las vías respiratorias se desencadena el acto de toser.
Sin embargo, la tos que a menudo nos preocupa, es la que se origina como consecuencia de la irritación y/o la inflamación de las vías respiratorias que en muchas ocasiones va acompañada de un aumento de la mucosidad y exudados respiratorios.
Durante el invierno, debido al incremento del número de casos de procesos infecciosos y el ambiente hostil que se genera por distintos factores como la calefacción o el frío para las vías respiratorias, hay más personas que padecen este incómodo síntoma.
La tos es un síntoma y no una enfermedad.
Tipos de Tos
La tos se puede clasificar como aguda, cuando la duración de la misma es inferior a tres semanas, o crónica cuando el acto de toser se alarga en el tiempo.
Además, se define como tos productiva cuando va acompañada de la expulsión de exudados y secreciones mucosas y como tos improductiva cuando ésta es fuerte y seca y no se produce expectoración.
Es bien conocido el hecho de que la tos es un síntoma que comparten muchas enfermedades del tracto respiratorio como el catarro, la bronquitis, la gripe, el asma… no obstante, pese a que éste puede ser un síntoma de enfermedades graves, en la mayoría de los casos, la tos suele estar asociada a patologías leves, que no precisan un diagnóstico preciso, y que son una importante causa de automedicación.
En cualquier caso, es recomendable dejarse aconsejar por su farmacéutico y, si la tos persiste, se debe acudir al médico. La mejor forma para aliviar la tos es conocer cuál es la causa que la produce. En determinados casos, cuando el medicolo considere necesario, puede prescribir diferentes medicamentos como antibióticos.
No obstante, la causa de la tos en la gran mayoría de los cuadros clínicos es vírica y el tratamiento de elección es sintomático. De hecho, el empleo de antibióticos en estos casos es contraproducente y está más indicado el empleo de otras terapias y realizar otras acciones (autocuidados) saludables.
La molesta tos, en definitiva, tiene una función defensiva, ya que expulsa al exterior los agentes irritantes e infecciosos y la mucosidad. De hecho, la tendencia terapéutica actual se inclina por no suprimir la tos productiva debido a la capacidad que tiene de limpiar las vías respiratorias.
Para este tipo de tos puede ser de ayuda aquellos productos mucolíticos y expectorantes que fluidifican las secreciones y ayudan a su expulsión.
Éstos también pueden ser utilizados para transformar la tos improductiva en tos productiva. En el caso de que los accesos de tos sean continuos y frecuentes y causen otras molestias como dolor de cabeza, cansancio, insomnio o incontinencia urinaria para calmar la tos pueden ser utilizados productos antitusígenos.
¿Son efectivas las plantas medicinales para tratar la tos?
Gracias a las propiedades que presentan algunas plantas medicinales, con principios activos como los mucílagos, los aceites esenciales, las saponinas…, éstos pueden ser una buena alternativa para ayudar a tratar aquellos procesos que cursen con tos.
Algunas especies tienen propiedades expectorantes y mucolíticas, mientras que de otras plantas destaca su capacidad antitusígena. También hay hierbas con capacidad balsámica o calmante: menta y eucalipto: son plantas tradicionalmente utilizadas como descongestivas debido a la riqueza en aceite esencial que presentan. Además, poseen propiedades antisépticas, balsámicas y expectorantes. Facilitan la expulsión de la mucosidad y calman la tos.
- Tomillo: es otra planta rica en aceite esencial al que le debe la mayor parte de sus propiedades bactericidas, fluidificantes y expectorantes. Ayuda a relajar la musculatura lisa de las vías respiratorias mitigando la tos.
- Malvavisco, gordolobo y llantén: las virtudes pectorales de estas plantas son debidas a su alto contenido en mucílagos que se caracterizan por tener una acción demulcente y emoliente. Estas plantas suponen una buena alternativa para paliar la tos irritativa.
- Drosera: es una planta insectívora de pequeño tamaño rica en mucílagos y naftoquinonas. Tiene propiedades broncodilatadoras, lo que facilita la entrada del aire a los pulmones, y antitusígenas. La drosera ha sido utilizada desde la antigüedad para aliviar distintas patologías respiratorias, no obstante en algunos lugares esta planta está en peligro de extinción.
- Saúco: la parte utilizada en este caso es el fruto. Algunos estudios han puesto de manifiesto la acción antivírica de algunos de sus componentes.
¿La tos se puede prevenir?
La tos es un síntoma y no una enfermedad, por tanto, las medidas preventivas serán diferentes según la causa que produzca la tos. Debido a que durante el invierno se produce una gran proliferación de las distintas familias de microorganismos patógenos, como rinovirus y coronavirus, causantes de catarros y resfriados o influenzavirus responsables de la gripe, es recomendable potenciar nuestro sistema inmune especialmente en aquellos sectores de la población como los niños, los ancianos o los enfermos crónicos, que son más vulnerables a estas patologías.
¿Qué puedo hacer si tengo tos?
Si sufres con la molesta tos tal vez algunos de estos consejos pueden serte útiles:
- Bebe abundantes líquidos para ablandar las secreciones y mantener la mucosa respiratoria hidratada. Las infusiones son una buena alternativa puesto que el calor también puede ayudarte a expectorar.
- En invierno las fuertes calefacciones resecan el ambiente. Procura mantener en tu casa un grado de humedad ambiental correcto para evitar toser. Puedes conseguirlo colocando en los radiadores recipientes con agua o utilizando un humidificador. Incluso puedes añadir unas gotas de aceite esencial de tomillo, eucalipto…
- Otra alternativa es realizar vahos (a los que puedes añadir una infusión de plantas expectorantes para mejorar su acción) o duchas calientes para facilitar la expectoración.
- Dormir con la cabeza elevada te facilitará la respiración. Incluso puedes poner en tu mesilla una cebolla cortada para evitar toser durante la noche y facilitar tu descanso.
- Están a tu disposición múltiples preparados mucolíticos y/o expectorantes. Pídele consejo a tu farmacéutico. • Si tienes fiebre o la tos dura varios días y no mejora, acude a tu médico.