Algunos tés y jugos son muy efectivos y pueden usarse como remedios caseros para aliviar los síntomas del hígado graso, especialmente cuando se usan en medicina complementaria.
Sin embargo, una dieta equilibrada, ejercicio físico regular y evitar las bebidas alcohólicas también son importantes porque son las tres medidas más importantes para tratar el hígado graso.
Las dietas para el hígado graso incluyen reducir o evitar los alimentos ricos en grasas y azúcares y evitar alimentos como frituras, dulces, refrescos y comidas rápidas.
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9. Té verde
Algunos estudios han demostrado que el té verde (científicamente llamado camelia) contiene compuestos fenólicos, como la epigalocatequina, que tiene propiedades antioxidantes y ayuda a reducir el colesterol malo y los triglicéridos.
Se pueden encontrar en el hígado. Acumulan y empeoran el grado de hígado graso. Además, beber té verde puede ayudar a reducir las enzimas en el hígado, ALT y AST, que generalmente aumentan cuando hay grasa en el hígado.
El té verde se puede usar en forma de té, té elaborado o extractos naturales y debe usarse bajo guía médica, porque el uso excesivo de té verde puede tener el efecto contrario y dañar el hígado.
Ingredientes
- 1 cucharada (de té) de hojas de té verde o 1 bolsita de té verde;
- 1 taza de agua hirviendo.
Modo de preparación
Agregar las hojas o bolsita de té verde en la taza con agua hirviendo y dejar reposar durante 10 minutos. Colar o retirar la bolsita y beber a continuación. Este té puede consumirse de 3 a 4 veces al día o de acuerdo a la orientación del médico.
Los niños, las personas embarazadas o en período de lactancia, o las personas con insomnio, hipertiroidismo, gastritis o hipertensión arterial no deben consumir té verde.
Además, dado que contiene cafeína, debes evitar beber té al final del día o en cantidades superiores a las recomendadas, ya que puede provocar efectos secundarios como insomnio, irritación, acidez, fatiga o palpitaciones. En mi corazón.
8. Té de cardo Mariano
El té de cardo mariano es un buen remedio casero para el tratamiento del hígado graso, ya que la planta tiene propiedades astringentes, puede favorecer la digestión y estimular el apetito, y aliviar los síntomas de pérdida de apetito, mareos y vómitos provocados por la enfermedad.
Ingredientes
- 2 cucharaditas de semillas de cardo mariano;
- 2 tazas de agua.
Modo de preparación
Coloque el agua a hervir y luego añada las semillas de cardo mariano. Deje reposar durante 15 minutos, cuele y beba 30 minutos antes de las comidas.
7. Jugo de melón y menta
La menta es una planta medicinal muy utilizada para tratar enfermedades del sistema digestivo porque contiene sustancias amargas, que ayudan a revitalizar la salud del hígado y la vesícula biliar, y aliviar síntomas como mareos e hinchazón. Además, cuando se agrega melón, producirá un jugo muy refrescante y sabroso, por ejemplo, puede reemplazar al té.
Ingredientes
- ¼ de melón;
- 1 puñado de menta.
Modo de preparación
Agregue los ingredientes a la licuadora, mezcle bien y agregue pequeños trozos de menta. Si es necesario, agregue un poco de agua para que el jugo sea un poco más líquido. Finalmente, beba jugo fresco.
6. Té de Fenogreco
El fenogreco, contiene un aminoácido conocido como 4 -hidroxiisoleucina, que permite disminuir los valores de glucosa, colesterol y triglicéridos en la sangre. Por lo que es posible potenciar el efecto del tratamiento médico, aliviando más rápido los síntomas.
Ingredientes
- 25 gramos de semillas de fenogreco.
Modo de preparación
Pulverice las semillas en la licuadora o compre las semillas ya pulverizadas. A continuación, añada en jugos, sopas o ensaladas a lo largo del día.
Esta planta no debe ser utilizada por embarazadas o durante el período de lactancia.
5. Té de albahaca con romero
El té de albahaca con romero es rico en ácido ursólico y creatina, tiene propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y anti-formación de grasas, reduciendo la acumulación de grasa en el hígado.
Además, este té puede mejorar la digestión y ayudar a reducir las náuseas, que es un síntoma que pueden experimentar los pacientes con hígado graso.
Ingredientes
- 10 hojas de albahaca;
- 1 cucharada de té de romero;
- Un 1 litro de agua hirviendo.
Modo de preparación
Agregar las hojas de albahaca y de romero en el agua hirviendo. Tapar y dejar reposar por 10 minutos. Colar y beber hasta 3 tazas al día.
Este té no debe tomarse durante el embarazo, lactancia o por niños menores de 12 años.
4. Té de jengibre, cacao y canela
El té tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, además de mejorar los niveles de las enzimas hepáticas ALT y AST, la resistencia a la insulina y reducir la acumulación de grasa en el hígado; también ayuda a reducir el daño causado por los radicales libres en las células hepáticas.
Ingredientes
- 1 cm de raíz de jengibre cortada en rodajas o rallada;
- 1 pizca de canela en polvo;
- 1 pizca de cacao en polvo;
- 1 litro de agua hirviendo.
Modo de preparación
Colocar el agua para hervir y agregar el jengibre. Dejar hervir por 5 a 10 minutos. Retirar el jengibre de la taza y beber el té de 3 a 4 dosis divididos a lo largo del día. Otra opción para hacer el té es sustituir la raíz por 1 cucharada de té jengibre en polvo.
Las personas que toman antihipertensivos, anticoagulantes o medicamentos antidiabéticos no deben consumir este té porque aumenta los efectos secundarios de estos medicamentos o el riesgo de sangrado.
3. Té de ajo con limón
El ajo contiene alicina en su composición que tiene acción antioxidante y ayuda a reducir los niveles de colesterol malo y de triglicéridos, reduciendo así el riesgo de acumular grasa en el hígado.
Ingredientes
- 3 dientes de ajo sin cáscara y cortados por la mitad;
- 1/2 taza de jugo de limón;
- 3 tazas de agua;
- Miel para endulzar (opcional)
Modo de preparación
Hierva agua con ajo. Retirar del fuego y agregar jugo de limón y miel. Sacar los ajos y servir. El ajo tiene un sabor fuerte, por lo que puedes agregar media cucharadita de jengibre en polvo o 1 cm de raíz de jengibre durante el proceso de preparación. El jengibre puede mejorar la eficacia del té de ajo porque también ayuda a reducir el colesterol malo. Sin embargo, las personas que usan anticoagulantes no deben consumirlo.
2. Té de Alcachofa
El té de alcachofa es muy rico en antioxidantes, como la cinarina y la silimarina, que pueden ayudar a proteger el hígado del daño causado por los radicales libres y estimular el crecimiento de nuevas células sanas en el hígado; ayudando así a combatir la acumulación de grasa en el hígado.
Ingredientes
- 15 g de hojas secas de alcachofa;
- 500 ml de agua hirviendo.
Modo de preparación
Agregar las hojas de alcachofa en agua hirviendo y dejar reposar durante 10 minutos. Colar y beber hasta 3 tazas de té al día, de 15 a 20 minutos antes de las comidas.
1. Té de ispágula
La cáscara de la planta ispágula tiene las propiedades de disminuir los niveles de colesterol en sangre y controlar la cantidad de grasa corporal. De esta forma, evita el aumento de grasa en el hígado, especialmente cuando se relaciona con una dieta equilibrada y actividad física.
Ingredientes
- 10 gramos de cáscara de ispágula;
- 1 taza de agua hirviendo.
Modo de preparación
Añada los ingredientes y deje reposar durante aproximadamente 10 minutos. Después debe colarlo y beber por un máximo de 2 veces al día. Este té debe ser evitado por personas que sufren de estreñimiento o tiene algún problema inflamatorio intestinal como diverticulitis o enfermedad de Crohn, por ejemplo.
Realizar una dieta detox de 2 o 3 días también puede ayudar a que el hígado se recupere más rápido.
Vea en el siguiente video qué alimentos se deben incluir y evitar en la dieta para tratar el hígado graso: