10 buenas noticias sobre el coronavirus

 

3 Ya hay más de 150 artículos científicos

Es el momento de la ciencia y la cooperación. En poco más de un mes ya se pueden consultar 164 artículos en PubMed sobre COVID19 o SARSCov2, además de otros tantos disponibles en los repositorios de artículos todavía no revisados por pares (pre-prints). Son trabajos preliminares sobre vacunas, tratamientos, epidemiología, genética y filogenia, diagnóstico y aspectos clínicos.

Estos artículos están elaborados por cerca de 700 autores repartidos por todo el plantea. Es ciencia en común, compartida y en abierto. En 2003, cuando ocurrió lo del SARS, se tardó más de un año en obtener menos de la mitad de artículos.

Además, la mayoría de las revistas científicas han dejado en abierto sus fondos sobre los coronavirus.

 

 

2 Ya hay prototipos de vacunas

Nuestra capacidad de diseñar nuevas vacunas es espectacular. Ya hay más de ocho proyectos contra el nuevo coronavirus. Hay grupos que trabajan en proyectos de vacunas contra otros virus similares y ahora tratan de cambiar de virus.

Lo que puede alargar su desarrollo son todas las pruebas necesarias de toxicidad, efectos secundarios, seguridad, inmunogenicidad y eficacia en la protección. Por eso, se habla de varios meses u años, pero algunos prototipos ya están en marcha.

Por ejemplo, la vacuna mRNA-1273 de la empresa Moderna consiste en un fragmento de RNA mensajero que codifica para una proteína derivada de glicoproteína S de la superficie del coronavirus. Esta compañía tiene prototipos similares para otros virus.

Inovio Pharmaceuticals ha anunciado una vacuna sintética ADN para el nuevo coronavirus, INO-4800, basada también en el gen S de la superficie del virus. Por su parte, Sanofi, va a emplear su plataforma de expresión en baculovirus recombinantes para producir grandes cantidades del antígeno de superficie del nuevo coronavirus.

El grupo de vacunas de la Universidad de Queensland, en Australia, ha anunciado que ya está trabajando en un prototipo empleado la técnica denominada molecular clamp, una novedosa tecnología que consiste en crear moléculas quiméricas capaces de mantener la estructura tridimensional original del antígeno viral. Esto permite producir vacunas empleado el genoma del virus en un tiempo récord.

Novavax es otra empresa biotecnológica que ha anunciado su trabajo con el coronavirus. Posee una tecnología para producir proteínas recombinantes que se ensamblan en nanopartículas y que, con un adyuvante propio, son potentes inmunógenos.

En España es el grupo de Luis Enjuanes e Isabel Sola del CNB-CSIC quienes están trabajando en vacunas contra los coronavirus desde hace años.

Algunos de estos prototipos pronto se ensayarán en humanos.

 

 

1 Hay más de 80 ensayos clínicos con antivirales en curso

Las vacunas son preventivas. Más importante aún son los posibles tratamientos de las personas que ya están enfermas. Ya hay más de 80 ensayos clínicos para analizar tratamientos contra el coronavirus. Se trata de antivirales que se han empleado para otras infecciones, que ya están aprobados y que sabemos que son seguros.

Uno de los que ya se ha ensayado en humanos es el remdesivir, un antiviral de amplio espectro, todavía en estudio, que ha sido ensayado contra el ebola y el SARS/MERS. Es un análogo de la adenosina que se incorpora en la cadena de ARN viral e inhibe su replicación.

Otro candidato es la cloroquina, un antimalárico que también tiene una potente actividad antiviral. Se sabe que bloquea la infección aumentando el pH del endosoma que se necesita para la fusión del virus con la célula, lo que inhibe su entrada. Se ha comprobado que este compuesto bloquea al nuevo coronavirus in vitro y ya se está empleando en pacientes a los que el virus ha causado neumonía.

Lopinavir y Ritonavir son dos inhibidores de las proteasas empleados como terapia antirretroviral que inhiben la maduración final del virus del sida. Como se ha comprobado que la proteasa del SARSCov2 es similar a la del VIH, ya se ha ensayado esta combinación en enfermos por el coronavirus.

Otros ensayos propuestos se basan en el uso del oseltamivir (un inhibidor de la neuraminidasa empleado contra el virus de la gripe), interferón-1b (proteína con función antiviral), antisueros de personas ya recuperadas y anticuerpos monoclonales para neutralizar el virus. Incluso se han sugerido nuevas terapias con sustancias inhibidoras, como la baricitinibina, seleccionadas mediante inteligencia artificial.

La pandemia de gripe de 1918 causó más de 25 millones de muertos en menos de 25 semanas. ¿Podría volver a ocurrir algo similar hoy en día? Como vemos, muy probablemente no. Nunca hemos estado mejor preparados para combatir una pandemia.

 

Fuentes: theconversation   //  diariosur

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