Cada 30 segundos se publica un trino ofensivo hacia una mujer

Según Amnistía Internacional, Twitter es un espacio tóxico para las mujeres.

“Una colega decía que no se puede pedir una internet libre de violencia contra las mujeres cuando estamos inmersos en un mundo lleno de violencia contra las mujeres”. Así explica Olga Paz, directora de apropiación de Colnodo, el alcance del estudio publicado la semana pasada por Amnistía Internacional (AI), en el que se presentan cifras alarmantes de ataques digitales hacia las mujeres en Twitter.Se clasificaron 288.000 menciones a 778 mujeres periodistas y en cargos políticos en un trabajo conjunto con la empresa de inteligencia artificial Element AI y el programa Patrulla Antitroles de AI, en el que participaron más de 6.500 voluntarios de 150 países.

A los voluntarios se les mostró un tuit anónimo que mencionaba a una mujer y luego se les preguntó si los tweets eran abusivos o problemáticos, si tenían contenido misógino, homofóbico, racista u otros tipos de violencia. A partir de los hallazgos, la ONG estableció que Twitter es un entorno digital tóxico para las mujeres, pues aproximadamente cada 30 segundos se publica un trino ofensivo o problemático.

«La Patrulla Antitroles nos ha facilitado datos que respaldan lo que las mujeres vienen diciendo desde hace tiempo: que Twitter es un espacio donde se permite que el racismo, la misoginia y la homofobia prosperen prácticamente sin control», destacó Milena Marín, asesora general sobre Investigación Táctica de Amnistía Internacional.

El estudio también encontró que las mujeres afrodescencientes son 34 por ciento más propensas a recibir ataques que las blancas y que el abuso en línea hacia las mujeres involucra principalmente a quienes ejercen cargos políticos y en medios de comunicación.

Según el reporte, hacia estas últimas las agresiones se incrementan.
De acuerdo con Olga Paz, esto se debe a que “muchas discriminaciones y actitudes machistas se trasladan del mundo físico al mundo virtual y las personas que somos más vulnerables en el mundo físico también lo somos en los espacios virtuales”.
Si bien el estudio de AI se llevó a cabo en Estados Unidos y Reino Unido, Colombia no se queda atrás a la hora de registrar casos de acoso cibernético hacia las mujeres. La periodista deportiva Andrea Guerrero, quien en tres ocasiones ha sufrido de hostigamiento digital, indica que el problema se vuelve mayor en el momento en que las autoridades competentes no apoyan a la víctima.

“Los hombres y las mujeres somos víctimas porque a pesar de que denuncié en tres oportunidades en ninguna de ellas he tenido una acción efectiva de parte ninguno de los entes que están al frente de apoyarnos. Es un tema mediático y ahí desaparece”, argumenta.

Frente a esto, Paz, quien trabaja por la convivencia en línea desde Colnodo, explica que en Colombia no hay estadísticas sobre esta problemática y eso dificulta que los organismos entiendan la gravedad del asunto.
“Si bien Medicina Legal ofrece un informe de los distintos tipos de violencia contra las mujeres, las violencias digitales están totalmente invisibles y al no haber estadísticas sobre ellas, no se reconoce el problema”, explica. Y es que hoy en día estas agresiones tienden a subvalorarse porque se dan en espacios no físicos.

Sin embargo, Paz argumenta que “no se reconoce que esas violencias en los espacios digitales son violencias que pueden generar grandes afectaciones en la vida de las mujeres, de tipo emocional, laboral, profesional, etc. Muchas de esas amenazas pueden terminar en agresiones físicas y no hay ese reconocimiento”. Es ahí donde está el límite.

¿Qué hacer si está sufriendo de violencia digital?

Diferentes redes sociales como Facebook, Instagram y Twitter ofrecen la posibilidad de reportar los comentarios abusivos y, aunque no hay garantía que la plataforma ejerza una acción sobre el atacante, en los últimos meses se han visto iniciativas en los que usan la inteligencia artificial en busca de la construcción de espacios más seguros. Por ejemplo, la denuncia automática de contenidos ofensivos.

No obstante, la recomendación de Olga Paz es acudir a la denuncia pública y apoyo colectivo. “A lo que apelan muchas mujeres que reciben ataques en redes sociales es a la denuncia social y activar redes de solidaridad con otras mujeres o colectivas que censuren las voces de los agresores”, indica.

Por su parte, Andrea Guerrero hace una invitación a la educación de las audiencias para evitar que continúe la violencia digital. “No podemos seguir siendo una sociedad reactiva y ahí es donde tiene que comenzar para nosotros mismos sancionar y darnos cuenta que el acoso no puede ser parte del paisaje, hay que denunciarlo en múltiples oportunidades”, argumenta.

Así mismo, Amnistía Internacional le pide a Twitter que tome cartas en el asunto y trabaje de forma activa para combatir este fenómeno. El organismo insta a la red social a publicar datos significativos sobre cómo manejan la violencia y el abuso que sirvan de insumo para mejorar las funciones de reporte, seguridad y privacidad y así garantizar un entorno seguro para sus usuarios.

¿Las mujeres reciben más insultos en redes sociales que los hombres?

El color de piel, la identidad de género o la tendencia sexual se convierten en blancos de las agresiones en línea. Según expertos en derechos de las mujeres en internet, las mujeres que se destacan en lo público, como las que participan en política, son periodistas o defensoras de derechos humanos, son las que más reciben agresiones a través de las redes sociales.

Dentro de las medidas de prevención, se destacan la búsqueda de herramientas de seguridad digital, la creación de rutinas y hábitos de autocuidado en internet y el uso de las herramientas de reporte de contenido abusivo que están disponibles en redes como Instagram, Facebook o Twitter.

En una transmisión en vivo por EL TIEMPO, Marcya Hernández, miembro de la Campaña Dominemos La Tecnología y de la Escuela de Seguridad Digital de Colnodo, en Colombia, aseguró que las conductas machistas se han trasladado a los espacios digitales y que las conductas violentas contra las mujeres también habitan en lo virtual.

Según Hernández, algo crucial a la hora de enfrentarse a las amenazas es buscar limitar el riesgo y cuidarse así como se haría en el mundo físico. También «pensar que la seguridad digital va más allá de las herramientas» y crear vínculos entre colectivos en defensa de las mujeres para repeler los discursos de odio y las agresiones por cuestión de género.

MARÍA PAULINA ARANGO

Fuente: https://www.eltiempo.com/

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