La Tierra tiene las condiciones idóneas para albergar nuestra vida pero no tiene por qué ser único. Nuestro planeta tiene un sol que nos aporta las condiciones idóneas para poder vivir, pero el universo es inmenso y las posibilidades de encontrar otro planeta con características similares se multiplican.
Astrónomos de la universidad de Cornell, institución académica que pertenece a la prestigiosa Ivy League, han publicado este impactante hallazgo. Se trata del LTT 1445Ab, un exoplaneta que está a 6.9 parsecs (lo que equivale a 22,5 millones de años luz). Es el segundo planeta habitable más cercano a la Tierra encontrado hasta la fecha.
Según publican los descubridores, el planeta ofrece una de las mejores oportunidades para el estudio espectroscópico de la atmósfera de un mundo terrestre. La presencia de los soles de tipo espectral similar podría facilitar los estudios al proporcionar una fuente de calibración que elimina las variaciones de la Tierra.
«Si estás parado en la superficie de ese planeta, hay tres soles en el cielo, pero dos de ellos están bastante lejos y son de aspecto pequeño. Son como dos ojos rojos y siniestros en el cielo», dijo a New Scientist la astrónoma Jennifer Winters del Centro Harvard-Smithsoniano de Astrofísica.
Además, desvelan que la presencia de este planeta en ese sistema en concreto plantea la posibilidad de que todo el sistema sea coplanar. El planeta fue descubierto por TESS, el telescopio espacial de caza de planetas de la NASA diseñado para encontrar exoplanetas.
Este hallazgo ha causado gran emoción en la comunidad científica. Y es que, podría ser habitable. Según las investigaciones, el LTT 1445Ab tendría atmósfera y al ser rocoso y orbitar frente a estrellas sería un buen lugar para probar herramientas de detección de gases como metano o dióxido de carbono.
Eso sí, no todo son buenas noticias. El exoplaneta gira alrededor de su estrella solo una vez cada 5.36 días terrestres y a una proximidad tan cercana, las temperaturas que habría en el planeta serían de 155º.
En 2021 se prevé que la NASA lance al espacio al telescopio espacial James Webb, el sucesor del actual Hubble. Como primer objetivo este planeta podría ser el idóneo porque no está demasiado lejos.